Un angelito que resulta ser una diablita escondida. La ratón , la cucaracha, chinche, piojo, hormiga, mosquito, tantos apodos. La única persona en este mundo que saca en mí el amor de madre que llevo dentro. Por la que daría la vida, la defendería hasta quedar sin argumentos y enojarme tan rápido si alguien se atreve a tocarla. Se ha vuelto parte de mi, y pensar que jamás esperé su llegada. Solo basta ver sus ojos verdes, para que todo se me olvide y si estoy llorando por algo, con unas consquillas ella dibuja una sonrisa en mi rostro. Una loquita que a pesar de su corta edad, ya sabe cuales son mis intereses. Es mi orgullo, aprende cada cosa de mi, sea bueno o malo, pero trato de corregirla. Sus celos son únicos me ha llegado a confesar que si llegara a tener hijos, no los va a querer porque se sentiría destronada y es verdad, ella en mi vida es mi reinita, a pesar que me enojo con ella, porque siempre me molesta cuando estudio, cuando estoy hablando por teléfono y me pega en mis partes íntimas mientras estoy durmiendo. Pero no me importa porque la defenderé hasta el final de mis días.
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