Creo que ni el sábado de mi cumpleaños la pasé tan increíble, como aquel 30 de Junio del 2012 (este año). No fueron más de 6 horas, acompañadas de una media hora de espera. Lo vi, anhelaba tanto verlo... Sin ser cursi y nada de esas meloserías que por una razón desconocida no me agradan. Estuvimos compartiendo un momento juntos. Cogidos de la mano, besos, abrazos, risas, juegos, conversaciones profundas. ¿Sería igual que antes? No lo sé. No quiero pensar en cual sería la respuesta. Solo dejar que el agua fluya en el río.
Esos momentos, esas horas, minutos, segundos en las que sólo deseaba que el reloj se detuviera en el tiempo y quedarme abrazaba con él. Suena totalmente dulce, no quería serlo, pero es inevitable.
Sábados así, quiero que sean mas constantes en mi vida.
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