El dulce adiós

Rebecca, una joven risueña, soñadora, pero siempre realista, inteligente, no era muy guapa, pero si tenía una gracia que encantaba... Ella sabía perfectamente que todo tiene un comienzo y un final, como una más de sus infinitas filosofías acerca de la vida, pero ella jamás pensó que todo sería pronto y de un momento a otro.
Sabía exactamente en qué se metía, salir con un doctor no era fácil, sabía que tenía poco tiempo para estar juntos, pero aún así nunca se rindió, para ella conocerlo fue lo mas hermoso de su vida. Al principio le resultó un sueño, pero parece que despertó, a pesar que ella quería seguir su sueño. Lo único que le quedó fue despedirse sutilmente, sin salida quizás. Le restó decir en su mente: La vida continúa y el mundo sigue en su curso... Le dolió, pero siempre con una sonrisa, algo digno de admirar de una chica joven, cuando muchas se  lanzarían a una cama a llorar hasta el amanecer. Ella mira el futuro y agradece a Dios haber conocido a un ser maravilloso.