
Que
lance la primera piedra quien está libre de pecado: (Jn 8,111)
¿Quién
de nosotros no ha mentido por lo menos una vez en su vida?
Si
bien es cierto, las mentiras son un pecado. Pero se han adaptado tanto a
nuestras vidas, que ni siquiera nos damos cuenta que estamos mintiendo. LAS MENTIRAS PIADOSAS, las típicas que usas
cuando estás en una relación y te llama tu novio/a en ese momento que estabas
con tu amiguita “especial” y tu pareja te dice: ¿Mi amor porque %&?!%&
no me contestas? Y es normal que digas:
Mi amor estaba ayudando a mi mami o me quede dormida/o. Y la tonta/o dirá: Oh
mi amor no te preocupes. ¡MENTIRA! Piadosa o no, eso no interesa. Pero te salvo
de una.
¿Quién
no le ha mentido a un profesor? Miss,
Teacher, Profe, se me quedó el deber en la casa, se lo juro por mi madre. Revísemelo
mañana. Si es buena gente el profesor/a
te dirá: "ya traiga, traiga". Y lo peor es que no lo tienes hecho y lo vas a
hacer una hora antes de su hora. Pero con la mentirita te excusaste y no te
ganaste un 0.
Contaría
las típicas historias, basadas en mentiras, pero no los cansaré y aparte no
terminaría nunca. Las mentiras te salvan de las situaciones más difíciles o de
las menos complicadas o simplemente las utilizas para hacer de la cotidianidad
algo más simple y fácil. Sin embargo, lo importante es que a pesar de ser un
pecado, es tan normal MENTIR EN EL SIGLO
XXI.
tienes toda la razón mi querida silvia!! no hay ni una sola persona sobre la fas de la tierra que no haya mentido!! esta super bonito tu blog XD
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